Tristemente, hoy me di cuenta que tengo que olvidarte. Veo que el tren de la ausencia está haciendo parada en mi estación y no puedo dejarlo pasar porque entonces me perderé de un viaje que puede darme una nueva oportunidad. Si tú no supiste valorar el amor que yo te daba, no puedo esperar por ti. Tengo que dar vuelta a la hoja y cerrar este capítulo de mi vida.
¡No puedo negar que me duele! Mi corazón está desecho ahora, pero sé que mañana solo serás un recuerdo. Me duele porque tú me importabas, porque había construido un castillo de sueños y esperanzas sobre arenas movedizas. Despertar del sueño a veces no es fácil, pero yo me haré inmune a tu ignorancia. Renunciaré a la idea de lo que nunca fue ni será. Aterrizaré de la nube en que andaba y me haré de nuevas alas para remontarme tan alto que nunca más me puedas encontrar.
Solo quiero desearte bienestar, pero para mí deseo libertad. Fragancia de aires nuevos. Flores con colores brillantes en el camino, nuevos senderos y sueños. Y también voy a desear una persona que me ame y que me comprenda. Que tenga algo que brindarme y lo haga porque de verdad este convencido de que nuestro mundo, juntos es mejor que viviendo separados.
Te digo adiós sin mirar atrás. Voy encaminándome adelante, siempre al frente, triunfante. Secaré mis lágrimas y jamás sabrás ni conocerás lo mucho que tenía para ofrecerte. Finalmente me despido, no hay marcha atrás. Voy a ser feliz y tú no formarás parte de esta nueva vida, de esta nueva felicidad.
.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario