Imposible atravesar la vida; sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Crecemos cuando aceptamos nuestros errores, cuando fracasamos y nos levantamos
Crecemos cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Uno crece cuando olvida el pasado y construimos nuestro futuro en fe y creyendo en el propósito de Dios para nosotros.
Se Crece cuando se supera, se valora, y sabe dar frutos.
Crecemos cuando nos imponemos metas, obviando los prejuicios y comentarios negativos, cuando damos ejemplos sin importar las burlas.
Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento… ¡Y humano por nacimiento!..
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder…
Uno crece, cuando se defiende como águila para no dejar de volar…
¡Crecemos cuando esperamos y confiamos en nuestro creador!
Salmos 71:5
Porque tú eres mi esperanza; oh Señor DIOS, tú eres mi confianza desde mi juventud.
Porque tú eres mi esperanza; oh Señor DIOS, tú eres mi confianza desde mi juventud.
En el temor del SEÑOR hay confianza segura y a los hijos dará refugio.
Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
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