¡ QUIÉRELA !
Devuélvele a tu madre
un poquito de ternura,
por favor que no te escueza
que ella te la dio a raudales…
cuando tu, ni lo recuerdas.
..
Ella besaba tu cara,
tus piernitas y tus manos,
y por ti se desvivía,
con un amor sobre humano.
..
No le importaban tus llantos
por que su sueño rompieras,
y en sus brazos te acunaba
hasta que tu te durmieras.
..
Ahora es ella quien se siente:
Temerosa y desvalida,
y como un niño reclama
tu cariño y atención.
..
Como ella lo dio a raudales,
durante toda su vida…
y con todo su corazón.
¡QUIÉRELA!
..
Autora: Mª Isabel Cazorla López
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