Un silencio nos separa, una herida dejó el dolor sangrante del recuerdo…
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Después de tanto tiempo se respira un aliento de paz casi imperceptible.
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Sí, esa paz que poco a poco llegó a nuestras vidas, no sé si es la resignación la que se camufla en nuestras almas, solo sé que necesito darle un descanso a mi corazón.
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Después de ti mis emociones se confundían entre la amistad y el amor. Fue difícil enfocarme en una llenura amigable de ese vacío. Pero fue y es lo mejor.
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Un clavo no saca otro clavo, un amor no se olvida con otro, que mentira más dolorosa es querer engañarte a ti mismo e involucrar a un amigo de una manera tan egoísta.
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Por eso decidí darle un descanso a mi corazón cambiar su visión y llenar su soledad con una amistad maravillosa. Pensar en que hay alguien que nunca me va a fallar un fraterno que me impulsará a cumplir mis sueños.
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Vivir aunque sea por un tiempo libre de citas, controles, preocupaciones, celos, ilusiones, todo aquello que gire en torno a un amor no filial. Darle a la amistad la importancia y el lugar que merecía y que perdió producto de una ilusión pasajera.
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Ahora mi corazón está a la expectativa, velando rigurosamente y guardándose hasta encontrar al ideal. Quizás sea un espejismo, pero cuando lo encuentre aunque no perfecto será el idóneo.
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Autora: Stephania Palomino
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