La Envidia

La envidia fue a la iglesia esta mañana.
Siendo legión, se sentó en cada banca.
La envidia palpó lana y telas de seda.
Colgó etiqueta de precios en trajes y corbatas,
La envidia se paseó por el estacionamiento
Examinando el cromado y la pintura.
La envidia marcho por la plataforma con el coro
Durante el procesional…
La envía aguijoneo a las sencillas esposas
Y a las brillantes esposas casadas con aburridos almidonados
Y hombres amables casados con arpías de lenguas de puñal
La envidia aporreo a viudas y viudos,
Dio puñetazos y patadas a universitarias sin novio,
Encendió fuegos invisibles dentro de las chaquetas,
La envía también conferencio esta mañana
Con todos sus hermanos;
Disfruto mucho de sus conquistas de domingo
Pero no lo suficiente;
Porque algunos de sus posibles clientes
Habían bebido un trago del antídoto de la gracia,